miércoles, 25 de mayo de 2011

JUICIO: capacidad de un ser racional.

Es claramente perceptible en el hombre la capacidad de razonar lógicamente, no se puede entender al hombre sin verlo como ser pensante. Es evidente que el hombre piensa y que es un buscador de la verdad, pero antes del razonamiento está la simple aprehensión y ésta no se puede entender sin una luz interior del intelecto, se trata de la primera operación del ser dirigida al conocimiento. En última instancia consiste en la concepción, es decir, en la captación de conceptos, pero, de qué le sirve al hombre como ser pensante y racional quedase en los meros conceptos, conceptos que ni afirman, ni niegan nada de  las cosas, es entonces cuando el hombre realiza una segunda operación: el juicio, pero este tomado no tanto en cuanto  acto de conciencia, sino en cuanto considerado como estructura ideal del pensamiento, poniéndolo entonces, de mayor supremacía sobre el concepto.  

De esta manera me centro en el juicio, porque creo que el hombre a través de este, manifiesta la lógica de sus pensamientos y expresa un racionamiento. Entonces el juicio arrebata y se adentra en los límites gnoseológicos, hace presente lo que sabemos y constituye parte de los que somos. Así que el juicio no se separa de la personalidad. El hombre se debe exigir intelectualmente y el pensamiento lógico por medio del juicio, ayuda al desarrollo del pensamiento del ser humano. Pero este juicio, por sí solo externamente no se pude conocer, necesita la ayuda de la proposición, que sería por lo tanto la expresión verbal o externa del juicio, y así como el signo sensible o la expresión del concepto es el termino, la del juicio la constituye la proposición, esta no son más que la manera visible y con las que podemos mostrar, emitir, trasmitir, todo aquello de lo que hemos admitido o rechazado en la aplicación del juicio como forma de pensamiento. La proposición cobra importancia por el juicio, porque esta lo expresa, mientras que el juicio simplemente se forma de conceptos  y no necesita de la proposición para que pueda existir, solo la necesita para que se manifieste, lo que significa que la proposición no condiciona el juicio.

De esta manera concluyo destacando como algún día lo escuche: “El juicio es la  sede de la verdad”, y cómo no, cuando  este forma un pensamiento completo, y para mí, ser hombre inteligente implica hacer juicios, porque estos deben se inherentes al hombre, hombre que llamamos “racional”, y si somos seres racionales, se debe demostrar, y una manera ideal es a través del acto interno en el que aseveramos algo de las cosas, acto que conocemos como  juicio y las palabras que expresan simplemente este juicio, no son más que la proposición. Por tanto lo que en las proposiciones  se diga, se entenderá como dicho por los juicios y este fundado sobre los conceptos, y la realización de toda esta operación alaga al hombre y demuestran su categoría de ser  racional. 

                                                                    Germán Adolfo Mesa García
                                                                                         2011

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